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Superar el duelo: Qué hacer si mi pareja no me entiende (I)

Sara Losantos, psicóloga de FMLC

 

Muchos de los pacientes que asisten a nuestras terapias de duelo están casados o tienen pareja. Por eso, en ocasiones una parte de la terapia consiste en analizar cómo se ve afectada la relación entre ellos durante el duelo.

El proceso de duelo puede generar más unión entre los dos o puede conducir a un distanciamiento. La forma que tiene cada uno de afrontar la pérdida marcará la tendencia dentro de la pareja. A menudo hemos dicho que este proceso, en líneas muy generales, tiene que ver con la satisfacción de necesidades: necesidades que están íntimamente relacionadas con el duelo y el dolor.

Al final nos encontramos ante un proceso que fluye si le damos lo que necesita y se estanca si no se lo damos. La dificultad estriba en ese punto: en identificar qué es lo que necesita cada uno.

Cómo identificar las necesidades durante el duelo

Si tomamos como ejemplo la teoría del psicólogo Abraham Maslow, una persona puede tener necesidades fisiológicas, o necesidad de seguridad, de afecto… y, a medida que esas necesidades se van satisfaciendo, la necesidad que estaba en primer plano desaparece y aparece otra, generándose un flujo continuo que termina cuando finaliza el proceso.

También podemos identificar las necesidades de una manera más concreta, en relación a lo cotidiano. Las necesidades de cada persona son siempre distintas porque no existe un duelo igual a otro, de modo que tampoco hay necesidades iguales. Hay personas que necesitan estar acompañadas y otras que necesitan ratos para estar a solas. Hay a quien le viene bien hacer ejercicio o quien prefiere dedicar su tiempo a ayudar a otros, para no pensar en lo que le ocurre.

Preguntas necesarias en el duelo

En cualquier caso, las necesidades no son evidentes, ni para los demás ni para uno mismo. A veces nos sucede que estamos tan metidos en la rutina diaria y tan rodeados de “ruido”, que no nos damos cuenta de lo que necesitamos. La mayoría de las personas a las que les pregunto en terapia: “Y tú, ¿Qué necesitas?”, me responden que no lo saben.

Detectar las necesidades propias exige mirar hacia adentro y eso a veces cuesta. Poder “estar” con lo que hay, con lo que nos sucede… Sólo desde el centro de nosotros mismos y estando en contacto con lo que nos pasa aparecen, con mayor o menor claridad, nuestras necesidades.

La introspección en el duelo

La detección de estas necesidades implica hacer silencio a lo de afuera para poder escuchar nuestro interior. Implica estar conectados. Por otro lado, detectar las necesidades conlleva una posición activa en todo este proceso: implica que no me abandono, sino que hago lo que está en mi mano por mí mismo, por estar mejor, por ayudarme. Es pasar de la queja a la petición, de la voz pasiva a la voz activa. Saber qué necesitamos nos empodera.

Y una vez que cada uno de nosotros sabemos qué necesitamos y estamos dispuestos a alimentar ese proceso, ¿cómo se lo hacemos saber a los demás?

A menudo, tras haber trabajado la identificación de necesidades, pregunto… ¿Cómo haces para conseguirlo o por lo menos, para dirigirte hacia eso? Y puede suceder que cada uno lo persiga en soledad, que es una opción. Sin embargo, vivimos el duelo en sociedad, rodeados de amigos o familiares, vecinos, compañeros de trabajo o conocidos. Por eso, parece razonable plantearse qué papel tienen los demás en ayudarme a conseguir eso que busco.

El apoyo del entorno en el duelo

Dado que no existe un duelo igual a otro, no cabe suponer que haya necesidades comunes en este proceso. Por eso a veces las personas que nos rodean intentan ayudarnos, pero sin saber muy bien qué necesitamos. Más bien nos ayudan desde lo que imaginan que necesitamos, o desde las buenas intenciones o la buena fe.

En este contexto, ocurre a veces que el doliente no se siente capaz de pedir lo que necesita, porque expresar abiertamente sus necesidades le parece excesivo. Este planteamiento dificulta el acercamiento a aquello que buscamos obtener. Es mejor contar con ayuda que no hacerlo. Pedir abiertamente lo que uno necesita facilita enormemente que las personas que nos rodean puedan implicarse en la dirección que necesitamos. En el próximo artículo hablaremos de cómo facilitar esta comunicación del doliente con su entorno.

Estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda psicológica gratuita, no dudes en consultar nuestra página web:

   www. fundacionmlc.org

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