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Para qué sirven las teorías sobre el duelo

Sara Losantos, psicóloga de FMLC

 

FMLCResulta complicado abordar la práctica clínica del duelo sin tener en cuenta las teorías explicativas sobre el mismo. Esto es así, a pesar de que siempre hacemos hincapié en el hecho de que cada duelo es distinto y único.

A la hora de impartir una terapia, no podemos tomar tan sólo la casuística como referencia, sino que resulta imprescindible tener formación y conocer el duelo a nivel teórico. El hecho de que los pacientes conozcan la teoría del duelo, aunque sea a grandes rasgos, resulta incluso terapéutico.

Las primeras teorías sobre el duelo

Cada teoría sobre el duelo ha aportado luz a un momento puntual. Ninguna es enteramente válida, pero ninguna es enteramente errónea. Los paradigmas del duelo han tratado de hacer comprensibles a los dolientes y a los profesionales una realidad que  era rechazada socialmente y de la que se sabía poco. Guían al doliente a la hora de atravesar el proceso de duelo, aportando datos sobre lo que hace la población media en esa misma situación y tratando de comprender las reacciones del duelo.

Las primeras teorías sobre el duelo, desde Parkes y Lindemann, tuvieron el acierto de ser las primeras en interesarse por esta realidad, y por tratar de arrojar luz sobre la muerte y cómo afecta a los seres más queridos. El inconveniente que tuvieron estas primeras teorías es que estaban basadas sobre todo en entrevistas  a viudas. Por ese motivo, eran sesgadas a un solo género -el femenino- y a atendían a las emociones que generaba la muerte en los supervivientes -en este caso en las viudas-, dejando de lado otras realidades.

Los síntomas “normales” del duelo

Estas primeras teorías describían los distintos momentos o fases que era “normal” atravesar en el duelo, asumiendo que la normalidad era puramente un dato estadístico. Así, si el estudio hubiera estado enmarcado -por ejemplo- en las vivencias de espías rusos o en una catástrofe de dimensiones mundiales, los resultados hubieran sido distintos. En este contexto, la pregunta que subyace es hasta qué punto son generalizables estos resultados a la población en general.

Estas teorías consideraban al sujeto como alguien pasivo, que padecía los distintos momentos que se viven en el duelo. De ahí la popular expresión: “El tiempo lo cura todo”, tan matizada después. No había nada que la persona pudiera hacer por sí misma, tan sólo esperar. De ahí proceden los ritos estructurados que nacieron para dar contenido a estos momentos o fases, para ordenar el duelo.

Qué esperar del duelo

La ventaja que tenían estas teorías es que, al ser las primeras, permitían a las personas saber a qué atenerse, tanto a las que estaban en duelo como a quienes les rodeaban. La desventaja era para todos aquellos que no “encajaban” en estas descripciones, ya que eran considerados “desviados” o “enfermos”, con todos los matices que hoy podemos incorporar a estas dos expresiones.

Estas teorías dieron lugar a muchos avances, ya que al haberse centrado en las reacciones emocionales de las viudas, dieron lugar, por ejemplo, al estudio que analizaba los distintos estilos de duelo en función del género, independientemente del sexo de los dolientes.

La teoría de Freud sobre el duelo

Otra teoría fundamental para el estudio del duelo es la de Freud, que asumía que el duelo era un trabajo donde la persona trataba de retirar la energía emocional invertida en el ser querido fallecido para invertirla en otra relación.

La retirada de energía suponía un trabajo a veces largo en el tiempo, puesto que los seres humanos, de forma natural, nos resistimos a abandonar las relaciones o posesiones en las que hemos depositado nuestro afecto (nuestra libido, en el sentido psicoanalítico).

Las teorías contemporáneas sobre duelo

Actualmente, caminamos hacia una teoría cada vez más precisa y elaborada sobre el duelo, aunque el crecimiento aún no ha finalizado. Aún no estamos ante una teoría definitiva, falta incorporar nuevos avances y nuevas realidades sociales que permitan incluir o definir los aspectos primordiales del duelo. Cada una de las teorías anteriores ha servido a la anterior para impulsarse y ha mantenido vivo el interés por esta realidad tan alejada a veces de nuestras mentes. Ha cultivado el desvelo por las personas que atravesaban esta vivencia y por sus reacciones.

Asumir que tenemos una teoría definitiva del duelo implicaría que se trata de una realidad estática que no sigue creciendo, sobre la que no queda nada por descubrir o investigar. Por ello, consideramos que es necesario utilizar en cada ocasión la teoría que más se adapte al momento social que vivimos, hasta que, como un traje, se nos quede pequeña.

Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda gratuita, no dude en consultar nuestra página web:

www. fundacionmlc.org

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