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Los cuatro tipos de culpa que afectan al proceso de duelo

Rosa Sánchez, psicóloga de FMLC

La culpa es un sentimiento natural en el duelo y la mayoría de las personas la experimentan durante este proceso. Por definición, es la sensación de haber fallado por acción u omisión al ser querido, de haberle causado daño o haberle dado alguna muestra de desamor.

Ya sea la culpa real, irreal, fantaseada o exagerada, esta estará en consonancia con los valores de quien la percibe. Durante esta etapa, el doliente necesita que le facilitemos hablar de su culpa, permitirse imaginar cómo le habría gustado compensar al fallecido y también precisa de apoyo para poder elaborar una decisión de reparación.

Tipos de culpa en el duelo

  1. Hay un tipo de culpa que se siente al sobredimensionar el amor. El doliente hubiera querido evitar las circunstancias tal y como ocurrieron, pero no pudo. Por ello, carga con una responsabilidad excesiva: se responsabiliza de asuntos que no dependen de él, o que no está en su mano poder resolver. En estos casos no tiene en cuenta sus límites, no tiene en consideración que hay asuntos que no dependen de su amor. Por ilimitado que sea su afecto, la capacidad de proteger a los que amamos es limitada.
  2. Otro tipo de culpa está causada por los asuntos que quedaron sin resolver en la relación; por lo que hubo y piensas que no debería haber sido: enfados, irritación, mala comunicación. O por lo que faltó: agradecimiento por lo vivido, más muestras de amor… Esta culpa permite al doliente revisar y replantearse su conducta. Y puede ser la ocasión idónea para poner toda su atención e intención en cambiarla.
  3. Una tercera tipología es aquella en la que el doliente se siente culpable por no cumplir las expectativas de los demás. Y estas emociones se intensifican al ver cómo lo que siente afecta a su entorno. Las expectativas de quienes le rodean probablemente sean que mejore. No obstante, cuando el doliente no se siente comprendido, tiene miedo al rechazo y se siente inadecuado, esto le puede llevar a silenciar lo que verdaderamente siente.
  4. Un último motivo de culpa está relacionado con el proceso de rehacer la vida: empezar a estar mejor, reír, pasar un buen día. El doliente teme que esto signifique olvidar al ser querido, traicionarlo, dejar de quererle. Estas son creencias que contienen un concepto restrictivo del amor.

En resumen, todas las tipologías relativas a la culpa contienen el deseo de compensar al ser querido por lo que faltó y por lo que no se le pudo dar. Si la culpa no se elabora, este sentimiento nos lleva a vivir llenos de dolor, irritados, amargados… y finalmente, esto puede suponer un obstáculo para el crecimiento. Sin embargo, cuando el doliente es capaz de procesar su sentimiento de culpa, tiene la oportunidad de:

Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda psicológica gratuita, no dude en consultar nuestra página web:

   www. fundacionmlc.org

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