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El duelo perinatal: Superar la pérdida de un bebé

Pilar Pastor, psicóloga de FMLC

 

Denominamos duelo perinatal al duelo que se experimenta tras la muerte de un hijo, cuando el fallecimiento se produce durante el periodo que va desde la concepción hasta el primer año de vida.

El rasgo fundamental que caracteriza a este tipo de pérdidas es que se tiende a quitarles importancia, o son silenciadas por parte del entorno, cuando en realidad son tan dolorosas como cualquier otra. Tal es así, que suelen encuadrarse dentro de los llamados “duelos silenciados o desautorizados”.

Las diferentes pérdidas del duelo perinatal

En el duelo perinatal se reúnen varias características que lo hacen único: por un lado están los sentimientos de pérdida y dolor, que son inherentes a todo proceso de duelo. Por otro lado, presenta características definitorias como son: la pérdida del momento de convertirse en padre o madre; la pérdida del rol de padre o madre, si se trata del primer hijo; la pérdida de la inocencia con respecto al embarazo y el parto; la pérdida del derecho a mencionar a ese hijo en ciertos lugares, así como la pérdida del contacto y de la posibilidad de crear recuerdos.

El doliente tiene todo el derecho a dolerse y hay que respetar su tiempo para elaborar este proceso como necesite. Quizá este sea uno de los mayores retos a los que se va a enfrentar el doliente que ha sufrido una perdida perinatal: atender y reconocer su necesidad de dolor. Incluso dentro de la pareja, cada uno llevará su proceso, con sus diferentes necesidades, formas y tiempo. Compartir en pareja un proceso de duelo requiere un esfuerzo de comunicación, comprensión y empatía por parte de los dos.

Creencias erróneas en torno al duelo perinatal

Cuando tiene lugar una pérdida perinatal, es frecuente que los dolientes escuchen en su entorno frases como: “Eres muy joven, podrás tener más hijos”, etc. Con esta respuesta, el entorno familiar busca aliviar el dolor -desde la buena voluntad- y animar a quien está sufriendo. Sin embargo, aunque detrás de estas frases haya un intento de dar ánimos, el mensaje que recibe el doliente es que se está minimizando su dolor y su proceso.

Este duelo tiene asociadas otras pérdidas que hay que atender, aunque no suelen contemplarse ni tenerse en cuenta, y que ponen de manifiesto la complejidad de esta pérdida. La forma en que el equipo médico haya tratado la experiencia de la muerte influye en gran medida en la evolución posterior del duelo. Los dolientes de este tipo de pérdida valoran mucho la escucha, la comunicación sensible de las malas noticias y la explicación de las distintas opciones de las que disponen.

Ayuda tras la pérdida de un bebé

La muerte perinatal se caracteriza porque la vida y la muerte están muy próximas y porque deja vacío de recuerdos el espacio de alguien tan importante para los padres como es el hijo que esperan, o que ha fallecido durante su primer año de vida. Una forma de ayudarles a validar esos recuerdos es darles una caja en la que puedan ir reuniendo cosas que evoquen a su hijo: desde ecografías, objetos de especial simbolismo (que haya podido utilizar el bebé, o no), etc. De esta forma, pueden testimoniar su duelo y contarán con un espacio al que acudir para reconfortar su dolor.

Para muchas personas también es importante poder realizar un ritual de despedida. El problema es que, si la pérdida se produce durante el embarazo o el parto, no suele haber posibilidad de hacer funeral o entierro. Cuando los dolientes sientan que es el momento y que esto puede ser beneficioso, pueden realizar un acto simbólico de despedida: ya sea acudiendo a un lugar especial para ellos, escribiendo algo que sea significativo, o realizando algún gesto conmemorativo como, por ejemplo, plantar un pequeño árbol.

Superar el duelo perinatal

Todo esto son ejemplos e ideas de actos que pueden orientar y resultar útiles para los padres en su afrontamiento de este proceso, pero que no son obligatorios para elaborar adecuadamente este tipo de duelo. Al ser un duelo que se caracteriza porque el entorno tiende a minimizarlo, cada doliente tiene que escucharse y averiguar qué necesita para poner en valor su dolor y atenderlo adecuadamente.

Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda psicológica gratuita, no dude en consultar nuestra página web:

   www. fundacionmlc.org

12 comments


  1. Andrea Fernández

    Yo perdí un bebé en el momento del parto hizo un año el 7 de febrero y la verdad aunque a veces no parezca duele y mucho saludos Andrea


  2. Es cierto, Andrea, se trata de un duelo que a menudo tiene a ser silenciado o subestimado por el entorno, pero es tan doloroso como cualquier otra pérdida. Muchas gracias por compartir tu experiencia con nosotros y por visitar nuestro blog.

    Un cordial saludo,

    FMLC


  3. Lorena

    Hola yo perdí mi bebé de casi 5meses de embarazo se rompió la bolsa en el 4mes realice todo lo que me dijeron reposo todo pero seguía perdiendo el liquido amniótico y aparecieron las infecciones y sufrí un aborto espontáneo el 15/03/15 tengo un pequeño de 4que quiere a ese hermanito.El dolor la pena es mucho mas dura y cuesta.me levanto y trato de estar x él.


  4. Querida Lorena:
    La pérdida de un bebe es más dura de lo que en principio podemos suponer, sobre todo cuando se ha pasado por un proceso tan doloroso como el que has vivido tú. Te agradezco mucho que lo hayas escrito y compartido con nosotros, sé que no es fácil y que te causará dolor hablarlo, pero de la misma manera que duele, es necesario y sanador que lo hables. No se cómo estará reaccionando tu entorno, pero te animo a que lo hables con algún familiar o una buena amiga. Permítete llorarlo, es la forma que tenemos de curar las heridas que nos deja la pérdida. Hace muy poquito de la pérdida, por lo que es el momento de estar mal y de sentir el dolor en tal intensidad. Ese dolor irá disminuyendo, pero de momento es así como tiene que ser. Cuídate mucho y ten paciencia con el dolor y el proceso.
    Un abrazo, Lorena,

    Pilar Pastor
    Psicóloga FMLC


  5. sol

    Hola, yo hace 7 meses tuve a mi primera hija Alba. Por una hipertensión no detectada antes me tuvieron que ingresar en la semana 28 de embarazo. Finalmente en la semana 31 me hicieron cesárea. Tras 49 días luchando en la incubadora, con dos episodios graves, consiguió superar todo y nos pudimos ir a casa. Fue recuperándose de todo de manera sorprendente, tal y como decían los medicos. Estaba muy bien y sonreia a todo el mundo. Pero hace 3 días con 7 meses falleció de muerte súbita mientras dormía. Como puede ser que ocurra algo así después de tanta lucha?. A cada rato el dolor es mayor y la ausencia se hace mas dura.


  6. Eva

    Hola,
    Perdi a mi bebe a las 22 semanas y 4 dias de gestacion el 25 de julio.
    Es un dolor que no se puede imaginar ninguna mujer que no haya pasado por esto.


  7. Pilar, me ha gustado mucho tu artículo al respecto de este tema.
    El 13 de marzo de este año perdí a mi pequeña Emma a una semana de salir de cuentas. Aún tengo un largo camino por recorrer en mi duelo, pero he de decir que lo que más me ha ayudado es hablar sobre lo ocurrido siempre que lo he necesitado. También leer mucho sobre el tema. Ahora estoy escribiendo sobre todo el proceso en un blog (“Mi niña de las estrellas”) que empecé para desahogarme y que ha permitido a mis seres queridos entender un poco mejor por lo que estoy pasando. Si pudiera ayudar a alguien que esté pasando por algo similar me sentiría muy orgullosa.
    Si me lo permites me gustaría dedicar una entrada a tu artículo y extraer las partes que han sido claves para mí.
    Gracias!
    Rebeca


  8. Querida Sol:
    La situación que relatas es muy dolorosa y así es como te sientes, con mucho dolor. Seguramente ahora no hay nada que te ilusione o te consuele. Tampoco hay nada que yo pueda decirte que te consuele. No te preocupes, la situación que has vivido es muy dura. Si puedes, busca la ayuda de un profesional que te pueda orientar y ayudar a que poco a poco puedas ir encontrándote algo mejor.
    Un abrazo muy fuerte,

    Patricia Díaz
    Psicóloga FMLC


  9. Querida Eva:

    Tienes mucha razón, has pasado por una experiencia dolorosa que seguramente tú comprendas mejor que nadie. Si necesitas ayuda, escríbenos a fundacionmlc@fundacionmlc.org
    Un abrazo,

    Patricia Díaz
    Psicóloga FMLC


  10. Estimada Pilar:

    Por supuesto que tienes mi permiso para reproducir las partes que más te hayan gustado del artículo en tu blog. Siento mucho tu pérdida y me alegra que este post te haya resultado de ayuda.
    Un abrazo muy fuerte y buena suerte en tu proceso,

    Pilar Pastor


  11. Laura

    Estoy de acuerdo en que es un duelo no autorizado y que dependen del momento durante el embarazo que muere el bebé y a las políticas de los hospitales es que se hace difícil hacer un funeral, por ejemplo en Costa Rica muchas veces los hospitales les ponen dificultades a los padres cuándo son bebitos menores de 500gr aludiendo puros argumentos administrativos, sin embargo si el bebé es más grandecito se lo pueden llevar y sin ninguna dificiltad pueden hacer sus respectivas honras fúnebres o funerales o servicio religioso según la fe que profesa cada persona, se entierran igual en su cajita o se créman sus cuerpitos según los padres decidan, pero si creo que la dificultad se puede deber muchas veces a políticas absurdas y a la falta de preparación por parte del personal sanitario que no motivan o guían a los padres en este proceso para el cuál ningun padre está preparado. El cuerpo es de los Padres y no debería haber dificultad en elaborar ningún ritual o servicio religioso que ellos decidieran hacer con sus hijos así sean ellos con pesos menores a 500 gr.


  12. Buenos días Laura:
    Efectivamente, el hecho de tener un ritual ayuda a elaborar el duelo, a hacerlo real, a recibir ayuda y consuelo, a hacerlo visible. Esa petición tuya es una petición común a casi todos los padres que pierden un bebé, independientemente de su peso. Sigue siendo un tema en el que todavía aparecen obstáculos que dificultan este proceso a los padres. Ojalá pronto haya una mayor visibilización y una mayor delicadeza por parte de los hospitales y por parte de las instituciones. Gracias por compartir con nosotros tus inquietudes y tus pensamientos.
    ¡Un abrazo!

    Sara Losantos
    Psicóloga FMLC

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